NUEVA YORK._ El tabloide local New York Post denunció en su edición del 28 de julio que en la República Dominicana existe un "mercado negro" con toneladas de comidas enviadas por dominicanos que reciben ese beneficio a través de los cupones de alimentos que les da el gobierno de Estados Unidos.
El medio hizo un descenso en Santiago de los Caballeros, la segunda ciudad en importancia del país caribeño y asegura que allí encontró evidencias de personas que aseguran que reciben comidas de parientes en Nueva York y otras partes de Estados Unidos y las venden a individuos, en supermercados y otros establecimientos.
"El sello del fraude de los cupones de alimentos, proveídos por el gobierno de Estados Unidos a miles de dominicanos se ha convertido en ayuda exterior a especuladores de un mercado negro en la República Dominicana", afirma.
El diario matutino publicó una foto de un haitiano cargando un tanque plástico color azul, de los usados para enviar comidas y otros artículos desde Estados Unidos a la República Dominicana y un cronograma de la ruta recorrida desde los establecimientos en Nueva York en los que se hacen las compras usando la tarjeta, pasando por las embarcadoras que hacen los envíos, hasta Santiago de los Caballeros.
La semana pasada el Post reveló que el gobierno federal a través del Departamento de Agricultura tiene en marcha una investigación por el mismo motivo que envuelve a nacionales de la República Dominicana, Haití y Jamaica.
"El Post encontró dos personas vendiendo barriles de productos estadounidenses para obtener una ganancia en las calles de Santiago", afirma el tabloide.
"Es una manera muy fácil de hacer dinero y no me cuesta nada", le dijo a un reportero del tabloide una vendedora que se identificó como María Teresa y que tiene una hermana en El Bronx que le envía la comida que vende.
La dominicana admitió en el reportaje que ella usa la tarjeta de beneficios del gobierno de Estados Unidos para llenar los tanques que envían su país de Frosted Flakes y otras fórmulas para bebés, con el dinero del bienestar social del gobierno de Estados Unidos.
María Teresa añadió al Post que consigue barriles cada pocas semanas a través de una hermana y compra los artículos en un supermercado de la cadena Western Beef de la avenida Prospect y la calle 165 en El Bronx.
Su hermano paga $75 por cada barril enviado a la República Dominicana a través de la embarcadora "Luciano Shipping" situada en el vecindario de Mott Haven.
María Teresa dijo que utiliza algunos de los productos, cuando no los vende todos en su casa de Santiago, ofreciendo rebajas de $1 y $2 dólares en comparación con lo que pagarían los compradores en los supermercados y bodegas locales.
"No sé cuántos estamos en este negocio, pero sé que muchas personas lo están haciendo", relató la dominicana. Ella toma peticiones de sus clientes en la República Dominicana para venderles "calientes" los productos que adquiere con el beneficio del gobierno estadounidense.
Oferta una caja de Frosted Flakes de 19 onzas por $6.50 dólares a los supermercados dominicanos, una diferencia de $2 dólares menos que en Nueva York.
Su hermana paga $2.99 con el dinero del gobierno norteamericano.
"Pero debido a que su hermana usa la tarjeta de Transferencia Electrónica de Beneficios (EBT), no paga nada, porque son los contribuyentes los que ponen el dinero", explica el Post.
Una caja de 24 onzas de Kellogg Corn Flakes la vende por $2 dólares en comparación con los $2.99 que hay que pagar en Nueva York. Ofrece una lata de 23 onzas de leche infantil Enfamil por $19 dólares en Santiago, mientras el costo es de $25 en Estados Unidos y María Teresa la vende en $15.
El salario mensual promedio en República Dominicana es de $7.000 pesos dominicanos (unos $167 dólares) y por eso, el mercado negro es muy rentable, agrega María Teresa.
"El fraude a los cupones de alimentos no se detiene allí", sostiene el Post. "Ella dijo que su hermana compra comestibles con transacciones de hasta $250 dólares con la tarjeta de beneficios en El Bronx."
Otro vendedor haitiano del mercado negro en Santiago que se identificó como Jean le dijo al Post que desde el 2010, cuando fue deportado está dedicado a la venta de los productos comestibles comprados con la tarjeta de beneficios de Estados Unidos en Nueva York.
También una haitiana de 30 años de edad, dijo que una hermana que tiene en Queens, hace lo mismo. "Cada dos meses, recibo dos barriles de comida de mi hermana, pero la que no necesito, la vendo", expresó la haitiana.
Jean sostiene que su hermana usa la tarjeta EBT para comprar la comida que manda a Santiago. "Los barriles vienen llenos de cereales, fórmula para bebés, jugos, aceite de oliva y sopas enlatadas", añade el haitiano.
Su hermana usa la empresa Santiago City Cargo Express desde Long Island y por cada barril enviado paga $100 dólares.
El Post dijo que cuando sus reporteros encontraron a Jean en Santiago, este arrastraba un barril vacío por el precio al equivalente de $35 dólares y una gran cantidad de dominicanos los usan para almacenar agua en sus hogares.
Miguel Cruz Tejada