La fundación para la educación en población y medio ambiente, FEPMA, INC. Denuncia la fuerte escases de agua potable que afecta decenas de barrios de este municipio y su periferia. El presidente de esta institución, Ing. Luis A. Casilla, dice que la ausencia de este preciado líquido es cíclica, y este período ha sido uno de los de mayor duración de seis meses.
A la fecha los funcionarios del INAPA no resulven esta colamitosa situación para estos barrios. Entre los sectores sin agua se citan: Conani, Pueblo Nuevo, Narciso, González, el cerro, villa Nina, entre otros.
Los habitantes de estos sectores en ocasiones tienen que privarse del desayuno o el almuerzo cuando consiguen recursos para el disfrute de estas necesidades alimenticias, pues a diario se ven obligados a la compra de tanque de agua cuyo precio oscila entre setenta y cinco y cien pesos (75 y 100). De esta misma manera las personas que disponen de cisternas y tienen que pagar mil pesos por un camión de agua que solo le dura dos semanas.
La falta de servicio de agua potable en estos barrios y las limitaciones económicas en que su gente se desenvuelven les esta haciendo la vida insostenible.
Algunos grupos barriales hablan de realizar acciones de protestas como forma de que las autoridades provinciales y los de INAPA acudan a resolverles este problema de la continua escases de agua.
El ingeniero Casilla, presidente de FEPMA, Inc. Plantea que no hay razón para que en este municipio y su periferia haya escases del servicio de agua potable, toda vez que en el año dos mil siete (2007), el estado dominicano invirtió cincuenta y seis millones de euros en la construcción de un “moderno y amplio acueducto” que conjuraría la escases y falta de calidad de este preciado líquido en San Cristóbal.
Muy a pesar de añadirse un metro cubico de agua por minuto (1m3/min) a la oferta de la población, lo que se observa a diario son muchas tuberías rotas, muchas zanjas, y hoyos dejados abiertos en forma permanentemente por INAPA. No obstante el abasto del servicio de agua es cada vez más deficitario y de baja calidad.
La gente del pueblo llega a pensar en una relación directamente proporcional entre la falta de agua por INAPA y la proliferación de camiones y camionetas expendedores de este líquido.
El continuó sanjados y roturas de calles asfaltadas para la supuesta corrección de averías y fallas, mas bien echan por el suelo la justa reivindicaciones que en el arreglo de sus calles y construcción de aceras lograron las organizaciones barriales. Estas zanjas crean problemas ambientales al entorno, desperdicios excesivos de agua, accidentes vehiculares y de motoconchistas, sin que a la población se le resuelva el problema de la escases.
Se agrava la falta de agua en barrios de San Cristóbal
