También se conmemora este día el 124 aniversario de la fundación del rotativo, el primero de agosto de 1889.
El jefe de Estado llegó de manera puntual a las instalaciones del matutino, a las 9:56 de la mañana, minutos antes de la hora indicada, y de inmediato, se inició el acto en la explanada principal de la Editora Listín Diario.
Medina luego realizó un recorrido por las instalaciones del diario, acompañado por accionistas y ejecutivos, que concluyó en el salón Arturo J. Pellerano Alfau.
Héctor Herrera, hijo de Rafael Herrera, rememoró la etapa en la que a su padre le tocó dirigir el Listín Diario, luego del cierre provocado por la tiranía.
Mientras, el director del matutino, Miguel Franjul, expresó que ese diario mantiene firme su convicción de practicar un periodismo en beneficio de las grandes mayorías y del fortalecimiento de las instituciones democráticas del país.
“Para nosotros el Listín Diario es un garante respetuoso de las libertades públicas y de servicio a la comunidad”, destacó el ejecutivo periodístico.
En el acto estuvieron los empresarios y accionistas de la Editora Listín Diario, don José Luis Corripio Estrada, Samir Rizek y Mícalo Bermúdez, así como el arzobispo metropolitano de Santo Domingo, Nicolás de Jesús Cardenal López Rodríguez; el expresidente de la editora, don Ramón Báez Romano, entre otros ejecutivos.
Asimismo, el ministro Administrativo de la Presidencia, José Ramón Peralta.
Demostración
Al jefe de Estado también le hicieron en el lobby de la empresa, una demostración de cómo funcionaba la primera impresora en la que se imprimía el Listín Diario Marítimo; que era su nombre y que imprimía una sola y pequeña página.
El director del matutino, hizo entrega al Primer Mandatario del libro histórico de ese medio de comunicación y departió un momento de animada conversación con el cardenal López Rodríguez, Don José Luis Corripio y los demás concurrentes, antes de abandonar las instalaciones.
El Listín Diario fue concebido primeramente como una institución para dar a conocer a la sociedad dominicana de su tiempo, en forma de tabloide, la información de las naves que todos los días arribaban y partían del puerto de Santo Domingo.
