Nuestro Chivo Expiatorio

Nueva York.–Llevamos 80 años de crímenes, robos, violaciones y terror con impunidad total, pero sólo duelen y son reprochables los cometidos durante la dictadura. Trujillo dirigió eso durante 30 años, la “democracia” lleva 50 continuándolo.

Los anti-trujillistas, tomaron el poder, amnistiaron a los matones trujillistas, luego democratizaron la impunidad.

El historiador Roberto Casá dijo que hoy matan más dominicanos que durante la dictadura. Aquellos muertos todavía “duelen”, los de hoy no duelen.

¿Será que la dictadura nos sensibilizó y la democracia nos deshumanizó? ¿O es que durante la dictadura la vida tenía valor y nuestra democracia la devaluó?

Trujillo robó, pero los políticos “democráticos” saquearon CORDE y el CEA, hasta quebraron una mina de oro, y todo quedó impune. ¿Es que el robo sólo es robo cuando roba Trujillo?

Trujillo violó mujeres, pero el diputado Julio Romero violó una niña de 16 años y lo “castigaron” dándole a su esposa la curul que él ocupaba. A él le darán un cargo importante cuando su partido gane y, gracias a la violación, su familia será premiada con dos cheques del gobierno.

Trujillo puso a delincuentes y opositores tras las rejas. Hoy disfrutamos “libertades democráticas” tras rejas que debemos construir para protegernos de los delincuentes. La población vivía aterrorizada por el crimen politico, hoy vive aterrada por la delincuencia común.

El trujillismo es una mala maña endénica, quinética y virulenta, no envejece ni escarmienta, viste a la moda contagiándose de generación de generación, nunca muere, se atomiza.

“Somos 10 millones de Trujillos” exclamó Lola, el personaje de Junot Díaz en “ La Breve y Maravillosa Vida de Oscar Wao”.

Lloraba por el asesinato de su hermano que, como tantos otros, quedó impune. El trujillismo ni nació ni murió con El Jefe, todos somos culpables, Trujillo es sólo nuestro Chivo Expiatorio.