
Jaqueline Núñez
CACAOCITY,SANTO DOMINGO,-Durante el Sermón de las Siete Palabras, en la Catedral Primada de América, la Primera Palabra estuvo cargo del padre Manuel Antonio García Salcedo, de la parroquia de Cristo Rey quien llamó la atención sobre las precariedades de los servicios sociales que ofrecen las autoridades a la población como escasez de agua, energía eléctrica, falta de reparación de caminos vecinales y de proyectos de viviendas .
El sacerdote hizo hincapié también a la contaminación por ruido a la que los políticos, colmadones y automovilistas tienen sometidos a los ciudadanos.
El cura también se refirió a los escándalos de pederastia en que se han visto envuelto sacerdotes de la iglesia Católica.
Este oficio religioso se inició con la frase: "Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen", en la que se reflexiona sobre el significado de esta expresión de perdón invocada a Dios por su hijo Jesucristo tras ser crucificado.
Indicó que ahora cada quiere su propio paraíso, pero que de ninguna manera ello puede hacerse con la forma del sálvese quien pueda. Se preguntó si es que acaso se ha frustrado el amor de Dios.
“Mientras haya dolor en este mundo, Jesús sigue misteriosamente clavado a tu cruz”, exclamó el sacerdote.
Criticó que haya niños y jóvenes fuera de las escuelas, la falta de oportunidades de nuestros campesinos y productores, frente a la importación de productos de primera necesidad.
Vargas pidió al Señor que no se aprueben contratos mineros a la carrera, que nos llegan a hacer perder algo tan preciado como el agua, y resaltó los inconvenientes que se han creado en el área de influencia que opera esa transnacional, en referencia al contrato con la Barrick Gold ,
Dijo que Jesús vino a poner vida donde los humanos hemos puesto muerte y refiriéndose al aborto expresó que ha sido un tema manipulado por oscuros intereses mundanos.
Precisó que los gobiernos parecen más vulnerables en su interés por resolver los problemas más acuciantes de las grandes mayorías.
Por último la Séptima Palabra “Padre en tus manos encomiendo mi espíritu” estuvo a cargo del diácono Santiago José Jiménez Lebrón, quien denunció el alto costo de la canasta familiar, la corrupción y el derroche de dinero sin control por parte del Estado, diciendo que esto atenta contra el buen manejo del presupuesto nacional.
Habló de los hijos abandonados por sus padres, hogares destrozados por el alcoholismo, la violencia y el desempleo, así como las víctimas de la delincuencia, y los niños que mueren por falta de atención médica.
No hay comentarios