San Cristóbal pierde hijos añejos y valiosos

(Otros fallecidos recientemente de las viejas generaciones han sido Marino Francisco, quien por mucho tiempo fue chofer del Ayuntamiento; Vicente Valdez, antiguo empleado de la Industria Nacional del Vidrio; y Vinicio Mateo, toda una vida empleado del Centro Sanitario. En el pasado reciente San Cristóbal perdió, entre otros, a Abelado Liviano, Manuel de Regla Castillo, Pura Concepción Nina (Concha) y Blanco Mañaná)

CACAOCITY, SAN CRISTOBAL.- Poco a poco, igual como caen las hojas de los árboles, ésta comunidad va perdiendo a sus hijos más añejos, valiosos, pintorescos y afectuosos.

La última pérdida no corresponde a una hija natural, sino adoptiva, pero de las mismas cualidades de cualquier nacido en el seno del poblado.

Se trata de una mujer que, hace muchos años, llegó a esta comunidad de la mano de un sancristobero neto que la conoció en Neiba, su lar nativo, cuando el primero fue allá a servir como maestro.

Resulta que en el año 1940 el Generalísimo Trujillo, dentro de su plan de alfabetización y dominicanización de la zona fronteriza, dispuso la designación como profesores de jóvenes bachilleres, entre los que se encontraban dos sancristoberos: Adriano Uribe Silva y Mario Read Vittini.

El primero fue designado director de la escuela primaria del municipio de Neiba, donde conoció a una agraciada joven con quien contrajo matrimonio. De ahí fue trasladado al municipio cabecera de la provincia de Barahona con la misma posición.

Años después Uribe Silva y su consorte, muy jóvenes, retornaron a San Cristóbal. El inició estudios de derecho y ella -entonces exuberante dama, de color indio y recio carácter- tan pronto se aposentó en San Cristóbal se enamoró de esta comunidad, tuvo descendientes e hizo amigos en abundancia.

Todo de 1946 hasta hace algunos días. Cincuenta y tres años de activa y cordial vida sancristobalense.

Me refiero a Regina Matos, quien recién entrado el 2010 bajó al sepulcro en Santo Domingo, donde residía desde hace varios años. Su sepelio constituyó una sentida manifestación de duelo en la que participaron decenas de sancristobalenses del viejo pueblo, unos provenientes del poblado y otros radicados en la capital.

Demás está decir para las viejas generaciones, que Uribe Silva se hizo doctor en derecho y fue una de las figuras notables del San Cristóbal del último medio siglo. Durante los tres cuatrienios del primer gobierno constitucional del doctor Joaquín Balaguer fue senador por esa provincia y en diez de ellos desempeñó la presidencia de la Cámara Alta.

Nacida en 1919 –lo que le otorgaba 90 años de edad- doña Regina gozaba de una mente privilegiada, lo recordaba todo y era una autoridad en materia de asuntos pueblerinos sancristoberos de las últimas décadas.

Con su esposo, quien falleció en 1985, procreó cinco vástagos: Adrianito, Leda, Miriam, Néstor Fernando (Fifí) y Ercilia. Todos hijos legítimos de San Cristóbal, con amor de cuerpo y alma por este pueblo a pesar de residir en Santo Domingo desde hace varios anos; afectuosos, con amigos por decenas, expresivos, siempre de buen humor.

En fin, la muerte de Regina Matos viuda Uribe enlutece no solo a su familia sino especialmente a ese segmento poblacional del viejo San Cristóbal que vivía en paz, sin ruidos y sin actos delincuenciales extremos.

(Otros fallecidos recientemente de las viejas generaciones han sido Marino Francisco, quien por mucho tiempo fue chofer del Ayuntamiento; Vicente Valdez, antiguo empleado de la Industria Nacional del Vidrio; y Vinicio Mateo, toda una vida empleado del Centro Sanitario. En el pasado reciente San Cristóbal perdió, entre otros, a Abelado Liviano, Manuel de Regla Castillo, Pura Concepción Nina (Concha) y Blanco Mañaná).