San Cristóbal-. A propósito de la celebración el pasado 7 de abril “día mundial de la Salud” donde cada año la OMS utiliza un tema social, este año trabajará con “la inocuidad de los alimentos”.
¿Pero están los dominicanos preparados para asumir este tema? es evidente el caos y la insalubridad siendo esta las principales características de las plazas publicas donde se abastecen los ciudadanos, comerciantes y algunos supermercados.
En una visita al mercado modelo de la ciudad de San Cristóbal deja mucho que desear, da la impresión que la contaminación se mudo a esa zona.
Es lamentable como productos son comercializados entre el lodo y aguas negras, justamente tienden una lona o saco en los extremos de la calle y en muchos de los casos en lo que parece pavimento. Al parecer no importa las consecuencias para quienes consuman estos alimentos.
No se trata de echar jabón al salcocho, es un problema de décadas donde se ha perdido el respeto a la higiene donde los precios determinan la compra, siendo quizás el motivo del porque muchos para abaratar costos compran productos en aquel lugar muy parecido a un vertedero.
Pero son culpables “los vivos” al comercializar productos en un mercado donde se siente la putrefacción, los mismos que parecen estar inmutados ante una realidad en pleno siglo XXI.
Son muchas las voces que escuchas “el ayuntamiento no quiere resolver el problema porque se lucra”, “falta de voluntad política”, “Salud Publica debería intervenir”, “el gobierno hizo otro mercado y se repartieron las casetas”.
Lo cierto es que mientas el hacha va y viene, vemos un nuevo mercado, que ya es viejo, donde la población pensó que sería la solución al problema. Según informes la estructura constó al gobierno dominicano unos 170 millones de pesos, destruyéndose progresivamente ante la mirada indiferente de las autoridades.
Artículo de opinión escrito por Riken Lara
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