Samaná, un encuentro con lo nuestro

No hay dudas  que el contacto con la naturaleza es un regalo de Dios y en Samaná encontramos un tesoro al alcance de todos. Una  bahía donde coexisten  playas, montañas y llanuras, y donde la  brisa nos llega como refrigerio, recordándonos cuán afortunados somos de ser dominicanos.

Esta provincia que ocupa toda la bahía de Samaná está compuesta por su municipio Cabecera, Santa Bárbara de Samaná,  así como los municipios de Sánchez y Las Terrenas.

Samaná alberga 8 áreas protegidas, convirtiéndola en una de las más notables del país, un tesoro que  se hace más valioso con  la presencia de cada de sus residentes.

Ven a  visitar el Santuario de Mamíferos Marinos del Banco de la Plata, refugio para las Ballenas Jorobadas en el invierno, Santuario del Banco de la Navidad, Parque Nacional Cabo Cabrón, Parque Nacional Manglares del Bajo Yuna, Monumento Natural Cabo Samaná, Monumento Natural Salto El Limón, Refugio de Vida Silvestre Manglar La Gina y  El hermoso Parque Nacional de los Haitises.

60 kilómetros es su longitud, cubierta por la sierra del mismo nombre, con una  angosta llanura costera, donde convergen  playas paradisíacas como las de Cayo Levantado,  Las Terrenas, Portillo, Cossón, El Valle, La Majagua, Morón, El Ermitaño, Rincón, Las Galeras y muchas otras, distribuidas entre los tres polos turísticos: La ciudad de Samaná, Las Galeras y Las Terrenas, cuyos distritos municipales son Arroyo Barril, El Limón y Las Galeras.

Samaná ha sido la península más codiciada en toda la historia del  país, visitada por primera vez  en 1493 por Cristóbal Colón, estando ocupada por pobladores Ciguayos, quienes  la defendieron contra Colón en el histórico enfrentamiento del golfo de Las Flechas, dándose en este territorio el primer encuentro bélico entre americanos y europeos.

Historia

La historia de su población es un importante  atractivo turístico cultural por la diversidad de sus habitantes:  Iniciando por los inmigrantes españoles (canarios) que habitaron el pueblo desde su fundación el 21 de agosto de 1756, los negros esclavos del Santo Domingo Francés y los negros libertos de Estados Unidos, quienes llegaron en el año 1824, dentro de la dominación haitiana, marcando un momento de gran significación para Samaná, cuyo influjo en lo adelante fue decisivo para esta comunidad.

La fusión  étnico-cultural ha aportado manifestaciones afro caribeñas, la religión protestante, el dialecto samanés (sincretismo de elementos lingüísticos francés, africano, inglés y español), su expresión artesanal en fibras vegetales  y su interesante gastronomía (arroz con coco y pescado con coco), entre otras manifestaciones.

No dejes de visitar La Ceiba, considerado como el árbol más antiguo del país y que refleja en su tronco historias de personajes que lo visitaron en tiempos pasados.

Su largo y hermoso malecón, donde  puedes ser espectador ocular del azul más hermoso que develan las aguas del Atlántico junto a las hermosas casitas de Pueblo Príncipe.

Interesantes cuevas y cavernas, como las de los Haitises y Caño Hondo, llenas de estalactitas y estalagmitas, entre otros.

¡Conoce tu país, haz turismo interno!

Autor: Mayra de Peña