Esta cifra superaría los $84 millones si se incluye el efecto boomeran que tendría este cese en el sector privado, dice el periódico El Nuevo Día.
De hecho, ayer, cuando apenas había caído una gota de lluvia y ni siquiera soplaba viento suficiente como para sacudir árboles, ya Puerto Rico perdía $1 millón producto del cierre parcial que el gobernador Alejandro García Padilla decretó temprano, agrega el periódico
Esos $84 millones serían pérdidas diarias en los renglones de servicios, producción y ventas.
De acuerdo con el economista José Alameda, quien hizo estos estimados a petición de El Nuevo Día, las cifras pudieran crecer aún más, pues no contemplan el costo de movilización de las agencias de respuesta a emergencias, el gasto de las familias para abastecerse de artículos de primera necesidad, ni el eventual impacto en la infraestructura y la agricultura.
La cifra de $1 millón correspondiente al día de ayer es un avalúo del cierre parcial de las dependencias públicas en los 14 pueblos del suroeste del país identificados por García Padilla como los más vulnerables al impacto de la tormenta tropical Chantal.
Ayer -en conferencia de prensa en la Agencia Estatal para el Manejo de Emergencias y Administración de Desastres (Aemead)-, García Padilla indicó que los estragos del disturbio atmosférico se sentirían más en Ponce, Jayuya, Peñuelas, Adjuntas, Guayanilla, Yauco, Guánica, Sabana Grande, Maricao, Lajas, San Germán, Mayagüez, Hormigueros y Cabo Rojo.
A tales efectos, autorizó que las dependencias públicas en esos municipios desmovilizaran a sus empleados al mediodía. El gobernador autorizó, además, que los empleados públicos que laboran en oficinas fuera de esos pueblos, pero que residen en ellos, también dejaran sus puestos a esa hora.
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