Es de gran alivio saber que hay diferencias significativas entre los objetivosy los métodos de acción de Danilo Medina y Leonel Fernández, como administradores de los bienes del pueblo. Leonel prefiere trabajar en las alturas, con megaproyectos y con los “tutumpotes”. Danilo, se inclina a la base, al pueblo, en satisfacer las necesidades elementales de “los hijos de machepa”, con proyectos que mejoren sus vidas.
Durante los doce años enque LeonelfuePrimer Mandatario, mi gran frustración consistió en oírlo predicar sobre justicia social y progreso, pero era una máscara elegante a los males que continuaría. Al igual que Bosch, cometí el error de creer que era “una minita”, que ayudaría el país. Decidió ser un “Balaguer chiquito” pero sin evitar que la corrupción penetrara por todas las puertas del Palacio.
Levantó su plataforma de gobierno sobre las debilidades del pueblo. Hizo a los pobres, más pobres y a los ricos y poderosos,mas ricos, mientras permitía que la cúpula de su partido y gobierno se hicieran millonarios. Con el fin de blindarse, apoyó “incondicionales” en la JCE, en el TSE, en la Cámara de Cuentas, legisladores, en los asuntosde Ética, etc.Fomentó la destrucción de los partidos políticos. Para aquellos que deseaban agradecerles o halagarlo, tanto del sector público como del privado, le proporcionó una víaindirecta: su Fundación Global, Democracia y Desarrollo, millonaria y exitosa.
Lo más cruel e imperdonable de este hijo del barrio de Villa Juana fue su táctica de mantener a los pobres en su misma miseria, analfabetos, pidiendo limosna y sin esperanza. Un tácito desprecio a sus raíces. Les enviaba 300 pesos mensuales a través deTarjetitas de Solidaridad. A ese programa le asignó miles de millones y por supuesto, designó su esposa para hacer llegar las dadivas, pretendiendo convertirla en el “ángel de los pobres”, administrándoles su dinero.
La pareja perfecta. Ella pretendiendo ser generosa, concentrada en mantener los pobres resignados y él, con los ricos, haciendo un “NY Chiquito”, con Metros y Bulevares, asistiendo a eventos internacionales, a dar discursos que encanten y fotografiarse con personalidades, llenandoasí vacíos de su ego. No iba a perder tiempo en caminos vecinales para los agricultores ni en viviendas para los pobres. Lo suyo eran apartamentos de lujo;de ahí su apoyo a Arturo del Tiempo, preso en España. Sus proyectos eran con Barrick gold, Sund Land,macroeconomía, mantener incentivados algunos medios de comunicación para que lo presentaran como un benefactor, moderno.
Al terminar su tercer periodo dejó un maletín de facturas, un hoyo fiscal de $200,000 millones de pesos. Si todo funciona como lo planeado, no pasará nada. ¡Fue brillante!.
Hoy, la gran inquietud de Leonel, no es la denuncia querella que le interpuso el Dr. Guillermo Moreno, pues de ella se ocuparán sus bien incentivados incondicionales; quienle mortifica es el actual Presidente, Danilo Medina. Decidió tomar un camino diferente, junto a los infelices.No sale de su escenario. Insiste en erradicar el analfabetismo, la miseria y ayudar al desarrollo de la micro, pequeña y mediana empresas. Está devolviéndoles la fe a los pobres, que desarrollen sus potencialidades, que la comida llegue a los hogares con el sudor de sus frentes. Busca que despierten y agarren las riendas de sus vidas. Le esta dando recursos para trabajar, es accesible a ellos.
No quiere que sigan siendo papel sanitario, en los inodoros de poderosos. Ese es el temor de Leonel. Si los pobres despiertan, aprenden y comen por si mismo, su plataforma de trabajo se derrumba. Su fuerza viene de mantenerlos en la ignorancia y hambriento, dependiendo de su generosidad, para que lo aplaudan.
Danilo está destruyendo su plan. Tomó los principios de Bosch para ayudar al pueblo, no a un grupo. Los pobres estándespertando. Tambalea el trono de Leonel levantado sobre la miseria de los desvalidos. Adelante, Danilo. Elevar el nivel de educación y concientización, quizás sea lo único que pueda hacer dentro de esta fortaleza, con generales por todos los lados, que se llama país. Resiste, no permitas que te tumben el pulso.
Por VENECIA JOAQUÍN