Hasta siempre rio nigua
La cuente hidrográfica del río Nigua se
denomina así por constituir una gran extensión geográfica de 215 km2,
en donde todas las aguas de lluvias, superficiales, subterráneas y de
escorrentías, son recogidas por un cauce hídrico principal desde donde nace en
la Cuchilla de la Guardia (Mano Matüey) hasta su desembocadura en la Playa Boca
de Nigua, Mar Caribe, Provincia San Cristóbal.
Esta cuenca hidrográfica está conformada
por manantiales, cañadas, arroyos, y otros ríos, todos denominados afluentes de
la Cuenca del río Nigua. Dentro de estos los más importantes son: el río Yubazo
o río Blanco, y el Arroyo de Madre Vieja.
Aunque por sus altos niveles de degradación
esta cuenca hidrográfica parece muy viaja, la verdad es de recién formación.
Según los geólogos corresponde al período del mioceno. Algunos aspectos se han
convertido en una gran tragedia para la vida y sostenibilidad del río Nigua.
Entre estos podemos citar: su tránsito por el centro del municipio cabecera con
todas sus implicaciones medio ambientales negativas, sobre todo desde principio
de la década del 60 que comenzaron a erigirse varios barrios marginados en las
riberas oriental y occidental, y la gran explosión demográfica con sus
contradicciones en cuanto a la relación, ecología-hombre-sociedad.
Otro problema medio ambiental altamente
negativo en contra del ecosistema hídrico del río Nigua y sus afluentes lo
constituye su uso para vertedero de todos los desechos sólidos que se generan
en este municipio, su periferia, y las perjudiciales implicaciones sanitarias. Debe recodarse que
este ecosistema fue el vertedero del ayuntamiento de San Cristóbal durante
varias décadas, por eso una cantidad porción del subsuelo de este río se
entremezcla con agregados, lodos y basuras sepultadas durante las sucesivas crecidas,
pues la estrategia consistió en desparramar los desechos sólidos en puntos
claves como San Antonio, Calle Bonita, Samangola, y otros sitios para que luego
la grandes crecidas esparcieren y sepultaren buena parte de la basura y otras
fuesen transportadas hasta el amar Caribe.
Todavía este río recibe un 10% de toda la
basura que se genera en el municipio y su periferia por la gran deficiencia que
acusa el Ayuntamiento Municipal con el tema de la recogida y disposición final
en un lugar adecuado de lo desechos sólidos generado por las actividades
humanas de esta población y esta periferia.
Existe también el problema de la contaminación
por desechos industriales. Este problema ecológico se ha reducido por la
quiebra o traslado de algunas empresas que lanzaban sus desperdicios al pleno
desecho del río Nigua. Algunas persisten en su criminal práctica, muy consciente
del daño que provocan tanto en la contaminación atmosférica por monóxido y
dióxido de carbono, así como efluentes sólidos y líquidos que son descargados
directamente a las aguas de este ecosistema, es el caso de la industria del
trópico perteneciente al Grupo Pepín Corripio.
Pero el papá de los degradadores de todo el
ecosistema del río Nigua lo constituye la extracción indiscriminada de
agregados. Dicha degradación va arrinconando poco a poco al río Nigua y otros
ríos de la provincia y la sub-región, sin que se vislumbre la puesta en
práctica de un plan de ordenamiento de esta cuenca hidrográfica.
La apatía, indiferencia, y permisibilidad
del ministerio del medio ambiente, la procuradora adjunta del medio ambiente y
otros organismos, constituye un anacrónico contraste entre la degradación de
este importante ecosistema hídrico y las medidas protectoras que efectivamente
pueden y deben ejecutarme par detener este crimen ecológico.
Los camiones de todo pesaje que entran y
salen a extraer carena y cascajo a pleno lecho del río Nigua, desde el tablazo
hasta Boca de Nigua, tienen una entrada y una salida y realizan esta funesta
práctica ante la mirada indiferente de las autoridades. Las cuencas hidrográficas del
Nigua, Haina y Nizao, urgen de un plan de
ordenamiento serio, integral, y sistemático partiendo de una base
ecológico medio ambiental.
Por: Luis A. Casilla