Tras un primer infructuoso intento de elegir al nuevo pontífice ayer
martes, los purpurados se reunieron esta mañana en la capilla Sixtina y
celebraron dos votaciones, que tampoco dieron resultado, por lo que los
votos fueron quemados en una sola "fumata negra", el anuncio de que no
hay papa.
En cuanto uno de los candidatos logre dos tercios de los votos, es decir 77, la "fumata blanca" anunciará al mundo la elección del nuevo pontífice.
Tras la fumata de esta mañana, los cardenales abandonaron la capilla Sixtina y regresaron a la residencia de Santa Marta, donde se alojan durante el cónclave, para almorzar.
Tras el descanso, esta tarde han vuelto al "Santuario de la teología del cuerpo humano", como llamó Juan Pablo II a la Sixtina, para proceder a votar de nuevo.
Están previstas otras dos votaciones y la fumata, si el primer escrutinio da negativo, se espera para alrededor de las siete de la tarde (18.00 GMT).
En cuanto uno de los candidatos logre dos tercios de los votos, es decir 77, la "fumata blanca" anunciará al mundo la elección del nuevo pontífice.
Tras la fumata de esta mañana, los cardenales abandonaron la capilla Sixtina y regresaron a la residencia de Santa Marta, donde se alojan durante el cónclave, para almorzar.
Tras el descanso, esta tarde han vuelto al "Santuario de la teología del cuerpo humano", como llamó Juan Pablo II a la Sixtina, para proceder a votar de nuevo.
Están previstas otras dos votaciones y la fumata, si el primer escrutinio da negativo, se espera para alrededor de las siete de la tarde (18.00 GMT).
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