NUEVA YORK.- Un juez de Nueva Jersey condenó este miércoles a Gerardo Gómez, el último acusado en ser juzgado por el asesinato en 2007 de tres estudiantes afroamericanos en Nueva Jersey, a cumplir 195 años en prisión, informó la fiscalía del condado de Essex.
Gómez, de 20 años y que cumplirá su condena en una prisión del estado, fue hallado culpable el pasado noviembre de los cargos de tres asesinatos y de intento de asesinato.
Con la sentencia, Gómez es el quinto acusado condenado a cadena perpetua, que ya cumplen Alexander Alfaro y su hermanastro Rodolfo Godinez, Melvin Jovel y José Carranza por su participación en los asesinatos de Terrance Aeriel, entonces de 18 años, y sus amigos Iofemi Hightower y Dashon Harvey, ambos de 20.
Todos fueron ultimados de un tiro en la cabeza en el patio de la escuela Mount Vernon de la ciudad de Newark, Nueva Jersey en agosto de 2007. Natasha Aeriel, hermana de Terrance, única superviviente, recibió un tiro en la cara, además de ser violada y agredida con un machete, y declaró en contra de los acusados.
El sexto acusado en este caso, Shahid Baskerville, se declaró culpable en un acuerdo con la fiscalía para declarar en contra de Carranza y Gómez y recibir una sentencia menor.
Baskerville ya comenzó a cumplir su condena de 30 años de prisión.
Con este último juicio y sentencia finaliza uno de los casos de asesinato más sonados en la historia del condado de Essex, al que pertenece Newark, destacó la fiscalía en comunicado de prensa.
"Por más de cinco años, Natasha Aeriel y los padres de estos prometedores jóvenes que fueron asesinados, han tenido que vivir y revivir lo que ocurrió en el patio de esa escuela el 4 de agosto de 2007", dijo la fiscal Carolyn A. Murray en el comunicado.
"Con dignidad y fortaleza ellos vinieron una y otra vez a la corte para asegurar que se hiciera justicia. Hoy, cerramos el último capítulo de este libro de un viaje extremadamente largo y doloroso para ellos", agregó Murray, quien expresó además que espera que la conclusión de los casos les traiga tranquilidad.
Durante este proceso judicial la fiscalía insistió en que los ahora convictos estaban vinculados con la pandilla MS-13 y que los crímenes fueron cometidos para ganar un estatus en la organización.
Tras el asesinato de los tres estudiantes afroamericanos, la fiscalía general de Nueva Jersey puso en marcha una medida que insta a los policías a reportar ante las autoridades federales a los indocumentados que sean arrestados por una ofensa menor o por conducir bajo la influencia del alcohol, lo que provocó críticas de grupos proinmigrantes.
La directriz también exige que las cortes sean notificadas, pero aclara que no se cuestionará el estatus migratorio de una víctima o testigo de un crimen, o de quien necesite ayuda de las autoridades.
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