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» »Unlabelled » Singular Educadora por 20 años es recordada de haber impartido docencia al actual presidente de la Suprema Corte de Justicia, Jorge Subero Isa
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Ella es recordada con cariño imperecedero por quien ocupa la posición cimera de la justicia dominicana en vista de que en los primeros años de escolaridad de éste, en Los Mineros, aldea en una zona perteneciente a la provincia San Cristóbal, pero no tan lejos de San José de Ocoa, ella fue con rectitud y sabiduría, su maestra y orientadora

POR JOSE PIMENTEL MUÑOZ
Cacaocity, San Cristóbal.-Cuando voy a San Cristóbal, mi pueblo natal -y lo hago cada domingo- acostumbro a dar una vuelta en automóvil que me lleva a varias calles y sectores. En el fondo quiero ver caras viejas y recordar momentos de un pasado que no podrá volver.

De cada diez personas que veo apenas conozco una, lo que pone en evidencia como los pueblos cambian no solo su fisonomía sino muy especialmente su gente. Ocurre lo mismo que con los árboles, que dejan desprender hojas marchitas y brotar otras nuevas y verdes.

Por ejemplo en los últimos meses San Cristóbal ha ido perdiendo sus maestros de antaño, aquellos que brindaron con esmerada dedicación el pan de la enseñanza y fueron ejemplos de civilidad. Hace unos meses se fue a la tumba Mercedes Valdez viuda Brito (Chea), quien llegó a ser directora de la escuela primaria para varones José María Alejandro Pichardo, situada en la avenida Constitución. Y hace casi un año falleció una de las maestras fundadoras del Instituto Politécnico Loyola, Guarina Renville Santos.

Hago este preámbulo para decir que un amplio reportaje publicado por el Listín Diario el domingo último –elaborado precisamente por un hijo adoptivo de San Cristóbal, César Medina- me trajo a la memoria a una de las maestras más emblemáticas en esa población: Mercedes Nina (Doña Bombola).

El reportaje, sobre la trayectoria del actual presidente de la Suprema Corte de Justicia, Jorge Subero Isa, menciona cálidamente a esta educadora, miembro de una familia de pura estirpe San Cristobalense.

Ella es recordada con cariño imperecedero por quien ocupa la posición cimera de la justicia dominicana en vista de que en los primeros años de escolaridad de éste, en Los Mineros, aldea en una zona perteneciente a la provincia San Cristóbal, pero no tan lejos de San José de Ocoa, ella fue con rectitud y sabiduría, su maestra y orientadora.

Subero proviene de una familia de comerciantes originaria de Ocoa, y su primera infancia discurrió en la comunidad montañosa de Los Mineros paraje de Los Cacaos, a la que sólo se llegaba después de cuatro horas a lomo de caballo. De niño, su padre Rafael Antonio Subero decidió irse a la sección Los Mineros, en Los Cacao, de San Cristóbal, para explorar negocios en la compra y venta de productos agrícolas, especialmente café y cacao. Su “capital” inicial fueron veinte pesos que le concedió en crédito el señor Francisco Brea, hermano del más tarde radiodifusor José Brea Peña, que tenía un negocio de almacén de provisiones en los alrededores de la avenida Mella, en la capital.


En esa época Jorge y sus dos hermanas, Fátima y Emilia, tenían entre ocho y cinco años y se fueron con su madre, Josefa Emilia Isa (Doña Tilita), y el resto de la familia, a Los Mineros. En la escuela rural de esa apartada comunidad montañosa cursó Jorge Subero sus primeros años escolares. La profesora era doña Bombola, la madre de Domingo Porfirio Rojas Nina, conocido abogado e hijo destacado de la comunidad de San Cristóbal. (Sus otros hijos eran Ana Luisa, María Teresa, Sonia, Siria y Nelson Roberto).

Como he dicho, el reportaje trajo a mi memoria a una figura humilde, pero de laborioso ejercicio dentro del magisterio nacional, fallecida en 1988, distinguida por todos los que superan los 50 años y vivieron en el centro de San Cristóbal.

Pocas veces hablé con ella, pero la recuerdo sencilla, amable, de buenos modales, sumamente educada. De baja estatura y delgada, para mi era un símbolo de la calle General Cabral, con su casita de bloques bien pintada, con frente limpio, que saludaba amablemente a todos los que le pasaban por el lado. Siempre escuché las mejores referencias de ella: trabajó afanosamente para criar sus hijos, prácticamente sola, y llevarlo a la adultez

Lo que no he podido nunca determinar es de donde sacó la vena educadora. Pero parece que era algo familiar, pues dos hermanos (doña Luz Nina de Peña y Luis Sergio Nina) fueron también maestros.

Al citar el nombre de doña Luz hablo de una “grandes ligas” de la educación en San Cristóbal, quien, sépanlo los que la conocen y no lo saben, está viva y lúcida en su añeja casa de madera, de estilo antiguo, en la avenida Constitución de San Cristóbal. Pero doña Luz, quien llegó a ser directora de la escuela primaria para hembras Juan Pablo Pina, merece un trabajo aparte.

En las notas que conservo en mi archivo histórico sobre San Cristóbal, tengo que doña Bombola –apodo cariñoso con el que todos la conocían en esa comunidad- nació en el corazón de San Cristóbal, hija de Domingo Nina, hacendado y Ana Luisa Nina, siendo la primera de 4 hijos de ese matrimonio. Otra hija era Celeste, madre de los Matos Nina.

Sus progenitores, preocupados por su educación, después de que concluyó los estudios básicos, la enviaron a la ciudad de San Pedro de Macorís, donde estudió taquigrafía y mecanografía. Contrajo matrimonio con el señor Porfirio Rojas Valdez, sargento oficinista de la Fortaleza General Antonio Duvergé, de San Cristóbal y al separarse, tuvo que trabajar, motivado a circunstancias económicas y es designada directora y profesora de la escuela rural primaria “El Firme”, sección Los Mineros, donde imparte educación durante veinte años. Luego es trasladada a la escuela primaria de la comunidad de Najayo Arriba, donde permaneció diez años, al final de los cuales fue jubilada con RD$45.00 mensuales. Posteriormente fue designada profesora del Colegio Adventista de la ciudad de San Cristóbal, donde laboro cuatro años.

Cuando se retiró, no pudo echar a un lado la vocación de educadora y se dedicó a educar niños en su residencia de la calle General Cabral número 80 durante siete años más, realizando una ingente tarea que ha sido de reconocimiento general.

Es así como un simple artículo sobre un personaje del presente me ha traído grato recuerdo y puedo asegurar que Mercedes Nina (Bombola) cumplió un papel notable que debe ser reconocido por el gobierno municipal San Cristobalense poniendo su nombre a una calle.

Sobre Equipo de Prensa

Periodista, Locutor y director del Periódico NoticiasClaveRD
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