Ezequiel Pérez, presidente de la Junta de Vecinos Prado Real, y Felipa Pérez, dirigente de los Derechos Humanos, explicaron que con la inauguración del primer tramo de la Circunvalación Santo Domingo les cerraron la única entrada que tenían.
Manifestaron que son más de 300 familias las que viven en el lugar desde hace años.
Los dirigentes comunitarios explicaron que los niños tienen que nadar en lodo para ir a las escuelas, y que cuando alguien se enferma hay que echárselo al hombro para sacarlo a la pista, porque ahora los carros no pueden entrar.
“Vamos a tirarnos a la autopista para que nos maten si quieren, pero no nos vamos a quedar de brazos cruzados”, dijo el presidente de la junta de vecinos.
Dijo que un ingeniero del Ministerio de Obras Públicas, a quien identificaron como como Kelvin Peña, les dijo que abrirían de nuevo el acceso al sector, pero que no se ha hecho nada.
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