Cada tres meses las autoridades monetarias y financieras de la República Dominicana dan a conocer el informe contentivo del comportamiento de la economia y las finanzas de la nación en comparación con igual periodo del año anterior. Desde el año 2005 se acentúan continuamente los déficits: fiscales, balanza de pagos, comerciales, viviendas, empleos, educación, salud, entre otros.
Mientras algunos funcionarios y personas allegadas a las autoridades gubernamentales dan calificaciones entre buenas, muy buenas y hasta excelentes al comportamiento de los signos vitales de la economia dominicana, otros, incluyendo economistas independientes, de oposición y organismos de financiamiento internacional e instituciones regionales de estudio de las economías de América Latina, informan todo lo contrario.
Es el caso del déficit de empleos en el país, pues recientemente las autoridades anunciaron que, según la nueva Encuesta Nacional Continua de Fuerza de Trabajo (ENCFT), el ritmo de generación de empleos netos se duplicó.
Asimismo expresaron que de octubre de 2013 a marzo de 2014 se generaron unos 72,003 empleos netos, que unidos a los 69,801 generados de octubre 2012 a octubre 2013 totalizan unos 141,804 ocupados netos adicionales en los últimos 18 meses.
En lo que se realizaban estas revelaciones por parte de las autoridades dominicanas, la Comisión Económica para América Latina (CEPAL) y la Organización Internacional del Trabajo (OIT) informaban que la República Dominicana había experimentado un crecimiento en el desempleo de 6.5% a 7%.
De acuerdo a los estudios realizados por estas instituciones en la mayoría de los países de la región, la tasa de desempleo registraba una leve baja, con excepción de Bahamas, Costa Rica, Honduras, Uruguay, Jamaica y República Dominicana, donde se observaron aumentos.
Respecto al desempleo juvenil de 15 a 24 años, los informes dicen que la brecha negativa volvió a crecer.
Conforme al Barómetro del Mercado de Trabajo, la tasa de desempleo femenino supera el desempleo promedio al elevarse a 15.1%, mientras que el desempleo entre los hombres está por debajo del promedio (9.2%).
Son las mujeres adolescentes y en especial las jóvenes las que tienen menores probabilidades de estar ocupadas.
Por otro lado, la baja calidad de empleos formales ahuyenta la mano de obra, lo que estimula el aumento de personas trabajando en el sector informal, las cuales representan el 56.16% del total de empleados, según el Observatorio del Mercado Laboral Dominicano (OMLD).
Conforme un estudio patrocinado por el Consejo Nacional de la Empresa Privada (CONEP) revela que entre el 2000 y 2012 el empleo formal creció en 19.8%, mientras el informal se incrementó en 41.5%.
Según el Fondo Monetario Internacional (FMI), la baja calidad de los empleos aporta pocos incentivos para que las personas acepten trabajos, a menos que los salarios sean atractivos.
Este Organismo Internacional afirma que el ingreso real por hora de los asalariados del sector privado y de los trabajadores por cuenta propia cayó en alrededor de un 27% en 2011 respecto al 2000.
La falta de oportunidades conduce aumentar la delincuencia, la violencia, la prostitución, el micrográfico de estupefacientes y que muchas personas se dediquen a negocios informales prefiriéndolos ante los formales, donde el 33.21% de los trabajadores tienen ingresos de RD$5,000.00 a RD$10,000.00 y el 34.95% gana entre RD$10,000.00 y RD$20,000.00.
Y arriba de todo ello, ahora se pretende en el marco de la Reforma del Código Laboral, elevar de tres a seis meses el período de pruebas de los empleados, limitar la cesantía, establecer las posibilidades de pactar una terminación del mutuo acuerdo con una empleada embarazada y, poder sobrepasar la jornada de ocho horas diarias para extenderlas hasta 12 horas en empresas de funcionamiento continuo, con la única condición de pagar horas extras a partir de las 48 horas semanales.
De llevarse lo anterior a la realidad, crecería la fuga de cerebros y aumentaría la informalidad ya que aumentarían las exigencias en el trabajo y disminuirían el salario respecto al costo hora-hombre, ya que en el proceso de la reforma laboral no se habla de mejoras salariales, lo que causaría menores atractivos en las actividades formales, menos recaudaciones de impuestos y menos ingresos a la Tesorería de la Seguridad Social (TSS).
Lo triste de todo esto, es que más jóvenes sienten menos estímulos en cursar una carrera técnica o profesional a los fines de poder insertarse en el mercado laboral formal, disipándose las ilusiones de alcanzar el sueño de conseguir un vivienda digna, comprar un vehículo económico y formar una familia, todo debido a la falta de una política pública dirigida a proporcionarles a los egresados su primer empleo, a los cuales se les exige experiencia sin habérseles dado la oportunidad de adquirirla previamente.
Si no se buscan los correctivos de lugar, el déficit de empleos continuará de manera sostenida con todas las secuelas psicológicas que origina la falta de esperanza en un ser humano, por lo que las autoridades deben tomar carta en este reto de forma responsable a los fines de paliar esta agobiante situación.
felix.felixsantana.santanagarc@gmail.com
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