Otro gran acto de mala fe, es decir, que dejaron de comprar plástico por una supuesta falta de calidad en estos productos. Estas declaraciones aviesas y mal intencionadas nos hacen mucho daño a nivel de las relaciones con otros clientes que estamos y pretendemos comercializar.
Los actos de mala fe y perjuicios en contra de la República Dominicana permiten identificar el carácter malicioso de los que gobiernan Haití a la vez que ocultar su naturaleza mafiosa.
Se recurre al chantaje de mal gusto. Claro bajo la asesoría foránea, al pretender que sólo los dominicanos somos los beneficiarios en las relaciones bilaterales de esta dos naciones. Más allá de la lucha por la distribución del pastel por parte del grupo de mafiosos a lo interno de Haití, también se pretende que en base al chantaje de la suspensión de las relaciones comerciales el gobierno dominicana decrete una amnistía que favorezca a todos los haitianos ilegales en República Dominicana. Soñar nada cuesta.
Las supuestas ventajas de República Dominicana son falsas a todas luces, y basamos esta afirmación en los siguientes indicadores:
a) Entre haitianos registrados y no censados se sospecha que el número residente en República Dominicana sobrepasa las ochocientas mil (800,000) personas.
b) Para la República Dominicana esta excesiva cantidad de emigrantes haitianos constituye un alto costo económico, desde el punto de vista de los servicios de salud, higiene ambiental, educación, y las problemáticas sociales que esto implica para una nación pobre como lo es la Patria de Duarte.
c) No es verdad que en la balanza comercial somos los aventajados, púes República Dominicana vende todos los años alrededor de mil millones (1,000,000,000) de dólares al vecino país; pero los trabajadores haitianos ilegales repatrían remesas a su país ascendentes a los novecientos veinte y cuatro millones (924,000,000) de dólares cada año.
Entonces nos preguntamos ¿Por qué el comportamiento de Haití en contra de República Dominicana? La razón es que los gobiernos de Haití son: ingratos, mafiosos, de mala fe y aferrados al Vudú.
Por: Luis A. Casilla
.jpg)
