Con sus reiteradas sentencias el Tribunal Superior Electoral (TSE) podría estar empujando a una mayor beligerancia y confrontación al mayor conglomerado poblacional que excede los dos millones de habitantes en República Dominicana (el PRD).
Los grupos en pugnas dentro de esa organización política han querido confiar en el TSE como mecanismo coercitivo del estado para la aplicación de una justicia imparcial, lógica y razonable que propicie un espacio para la concertación, el dialogo y la unidad, a lo interno del Partido Revolucionario Dominicano.
El Tribunal Superior Electoral se ha mostrado incapaz para resolver este delicado conflicto, según lo externado por los sectores envueltos más perjudicados a lo interno del partido Blanco y por lo que percibe el ciudadano común.
En una disyuntiva como la presentada a lo interno del PRD, si a los más afectados se les niegan las bondades de una justicia de calidad, entonces sólo tienen como única opción practicar la justicia de la confrontación y la fuerza.
Esta respuesta no civilizada, casi siempre provoca graves y trágicos incidentes. Es a nuestro modo de ver el camino por el cual se empuja al grupo de perredeistas que se pretende excluir de la militancia de esa organización a través de múltiples diabluras.
La inestabilidad política, social, y económica, es lo meno aconsejable para cualquier nación en todo momento.
Para la república Dominicana un Ambiente de intranquilidad social y política vendría a echar por el suelo los ingentes esfuerzos para sacar al país del atolladero en que lo heredó el señor Presidente Danilo Medina Sánchez.
Prof. Luis A. Casilla.