A própisto de San Valentín! Locuras que las estrellas han cometido por amor

Cuando las flechas de Cupido atraviesan los corazones, hasta las más famosas pierden la cabeza

Cacaocity, Internacionales.-Cuando las flechas de Cupido atraviesan los corazones, hasta las más famosas pierden la cabeza. Aquí les presentamos a las estrellas que han confesado las loquerías que han cometido en nombre del amor.

La pechugona Sabrina, que se mandó afilar los dientes para poder clavarle los colmillos y chuparle la sangre a su marido, dice: ``Cuando estoy realmente enamorada de mi pareja yo le cumplo todas sus locuras y fantasías sexuales, por descabelladas que sean''.

Ana Bárbara confiesa que en una ocasión se casó en una parranda con un novio, aunque ese matrimonio no duró ni una semana. Pero su mayor locura de amor la vivió al lado del llamado ``viudo alegre'' José María Fernández, al casarse con él a sólo unas cuantas semanas de haber fallecido su esposa, Mariana Levy. ``Esa locura me costó que mucha gente me quisiera quemar en leña verde, pero en ese momento no me importaba nada'', dice la reina grupera, quien ha comprobado que su amor por el ``El Pirru'' era verdadero y se ha comportado como una verdadera madre con sus pequeños hijastros.

Liz Taylor confiesa que su peor locura de amor fue casarse con el albañil Larry Fortensky, pues las grandes diferencias que había entre ellos eran insalvables. Liz tenía 60 años y él 40; Larry ganaba $15 y la Taylor $5 millones, y sus gustos gastronómicos eran totalmente opuestos. Lo único que tenían en común eran sus adicciones, porque se conocieron en la clínica Ford, donde ambos se curaban del tufo al alcohol. Como en los cuentos de hadas, la superstar se casó con el ceniciento, y aunque comieron hamburguesas de langosta, chicharrones de scargot y sancocho de faisán, finalmente se divorciaron y Liz tuvo que pagar un dineral para sacarse de encima al interesado maridito.

Alejandra Guzmán confiesa que ha cometido tantas locuras por amor que ya ni se acuerda. ``La peor de todas fue casarme con un tipo al que acababa de conocer y que resultó ser narco y estafador. Debo reconocer que ahí sí me vi muy tonta... Es que yo soy muy locochona, pero ni modo, la regué y punto''.

Pamela Anderson, Michelle Vieth, Noelia y Jenny Rivera siempre se han arrepentido de haber permitido que sus parejas las filmaran en momentos de loca intimidad.

A Lupita D'Alessio la llaman ``asaltacunas'', pues dicen que ha cometido muchas locuras de amor por andar persiguiendo a chicos muy jóvenes. ``La más estúpida de todas es haberme casado con un ``güey'' que resultó ser gay. Yo, que presumía de enamorarme de puro `machín', imagínense lo que sentí cuando me enteré de que mi marido se había metido con otro hombre'', confiesa la Leona Dormida, refiriéndose a su caso con el modelo alemán Christian Rössen.

La ex Miss Universo Alicia Machado declaró: ``Los que se dedican a vivir de la vida íntima de nosotros, los famosos, dicen que la locura más grande que he cometido ha sido hacer el amor frente a las cámaras en el programa La granja, en España. Creo que al final de cuentas yo sé con quién me acuesto y cada quien vive sus locuras de amor como le da su regalada gana''.

Una de las más grandes locuras de amor la realizó Maki para conquistar a su esposo, Juan Soler. ``Yo adoro a mi mujer porque me ha seguido en todas mis loquerías. Maki nunca había montado en motocicleta y la primera vez que se subió fue para hacer un recorrido de miles de kilómetros por Argentina, Bolivia, Perú y Chile'', dice Soler emocionado, pues a sus otras ex novias cuando las llevaba de paseo en su moto llegaban con los pelos parados, caminando raro... y no podían sentarse en semanas.

En cambio, Maki sólo se agarró del pechito de su papachito y se lanzó a cabalgar durante meses al rayo del sol recalcitrante, sin quejarse de las toneladas de polvo en el pelo y acampando a la luz de la luna, sin importarle los mosquitos, ni bañarse en los ríos, aunque el agua estuviera congelada y con pirañas ¿Qué tal? Yo sé que Soler es un galanazo, pero para conquistarlo había que tener mucho amor y ¡¡un trasero de hierro!! •